martes, 25 de marzo de 2008

LLAMAMIENTO



El 26 de Junio de 2008 se cumplen cien años del nacimiento de Salvador Allende Gossens y resulta un compromiso ineludible para todos los demócratas conmemorar esta fecha con actividades a realizar en el curso de todo este año, recogiendo lo esencial de la obra realizada y el legado histórico de su vida, y en particular, del gobierno que encabezara como nuestro “Compañero Presidente”.

Por ello, los firmantes, ex parlamentarios, ex regidores y alcaldes y ex – representantes de su gobierno; dirigentes de partidos políticos, de la Central Unitaria de Trabajadores, de organizaciones sindicales y sociales de todo tipo; representantes de los pueblos originarios, organismos de solidaridad, personalidades del mundo del arte y de la cultura, profesionales, artesanos, pequeños y medianos empresarios, convocamos a conformar un amplio y unitario organismo que programe y coordine en Concepción y en nuestra región, las múltiples actividades a desplegar con el esfuerzo y la colaboración de todos, con motivo de este acontecimiento histórico.-

Estimamos que deberán abordarse en profundidad por medio del cine, videos, conferencias, seminarios, mesas redondas, espectáculos artísticos, reuniones en poblaciones y sindicatos, actos públicos, impresión de folletos, confección de murales, recopilación de escritos, discursos, fotografías, afiches, en fin con todas las iniciativas que surjan de nuestro trabajo y desde la base social, las ideas que sembrara Salvador Allende por más de cuatro décadas como líder político y como educador social.

Y lo hacemos porque muchas, sino todas, las transformaciones progresistas, democráticas y revolucionarias que se plasmaron en los mil días del gobierno de la Unidad Popular siguen estando plenamente vigentes, como, por ejemplo, la renacionalización del cobre, la redistribución del ingreso, una democracia sin enclaves autoritarios y verdaderamente participativa, que termine con la exclusión social y política, una legislación laboral que ponga en el centro los derechos de los trabajadores.-

Y, además, porque su inquebrantable confianza en las fuerzas del pueblo y de los trabajadores, actores irreemplazables en la generación de una sociedad más justa y democrática, su preclaro ideario y su solidaridad latinoamericanista, su lucha por la unidad de todos los sectores que estuvieren por el cambio social, la irrefutable consecuencia de todos los actos de su vida, que entregara defendiendo al gobierno para el que fuera elegido por el pueblo de Chile, son valores que deben estar presentes en el día de hoy y más aún en

un mañana que sentimos no lejano, cuando retomemos el paso que posibilitará construir en nuestra patria un gobierno nacional, democrático y de justicia social.

INVITACION

La “Iniciativa Centenario del Nacimiento de Salvador Allende” invita a Ud. (s) a participar en una reunión a realizarse el día Martes 1º de Abril de 2008, a las 19:30 horas, con el objeto de dar forma a un órgano de dirección o ejecutivo que planifique y coordine las múltiples actividades a efectuarse con motivo del Centenario del Nacimiento del Compañero Salvador Allende Gossens, acontecimiento que se conmemora el 26 de Junio de 2.008.-

Al efecto le adjuntamos un proyecto de llamamiento o convocatoria para su discusión y enriquecimiento con el aporte de todos y todas los participantes.-

El encuentro tendrá lugar en la sede de la Fundación Fernando Alvarez, ubicada en Concepción, calle Serrano Nº 742.

Concepción, Marzo de 2008.-

INICIATIVA CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE SALVADOR ALLENDE G.

Firman:

Manuel Rodríguez Ex – Diputado

Iván Quintana Miranda Ex – Diputado

Gilberto Grandón Castillo Ex - Intendente de la Provincia

Luís Fuentealba Medina Ex - Diputado

Ex - Alcaldes y Concejales

Artistas

Profesionales

Dirigentes estudiantiles

Invitación a adherir a la Iniciativa y a las actividades conmemorativas.-

Centenario del Nacimiento de Salvador Allende Gossens.- 26 de Junio de 2.008.-

martes, 18 de marzo de 2008

La vigencia de Gladys Marín


Para Cristina Lartiga, amiga en vida de Gladys Marín y que dedica todos sus esfuerzos a recuperar su legado, está claro que su vigencia es rotunda. En su tarea de recopilar y rescatar discursos, documentos, grabaciones y notas de la destacada y recordada presidenta del Partido Comunista de Chile, ella siente su presencia: “Tú ves a la Gladys en sus textos”, explica.

Cristina considera que las preocupaciones de Gladys, en sus últimos años, iban por tres derroteros esenciales:

“Los trabajadores, la integración latinoamericana y la unidad de la izquierda contra el modelo económico neoliberal. Esos eran los hilos conductores de sus escritos. También, recordar la figura de Salvador Allende.”

Entre esos textos, Cristina seleccionó para “El Siglo”, como una forma de recordar a Gladys en el tercer aniversario de su muerte, el discurso que Gladys pronunció, el 23 de junio del 2003, en Valparaiso, en un acto solemne organizado por la Fundación Amigos del Presidente-GAP, para conmemorar los 95 años del Natalicio de Allende.

Las siguientes fueron las palabras de Gladys:

Cuando recordamos el 95º aniversario del natalicio de Salvador Allende, no podemos hablar de él separado de su tiempo histórico y del papel que a él le correspondió jugar.

Más aún, cuando se acercan los días, las horas del 11 de septiembre y se cumplirán 30 años del golpe militar que derrocó al gobierno que él encabezó.

Todo se hace más intenso.

Al leer y releer acerca de la significación de los mil días del gobierno de la Unidad Popular, después de las décadas transcurridas, los sentimientos, el recuerdo, los por qué y los dónde están, la verdad y la justicia, y las injusticias de todos estos años se nos vienen encima con más demandas y exigencias.

Y el mandato de Allende suena más justo e imperioso.

La fuerza casi telúrica que emana de Allende, se explica porque su identificación con la lucha social y política de los trabajadores fue de tal naturaleza, que junto con encabezar el proceso de cambios profundos, lo atrapó y lo sobrepasó como persona, al punto de conformar una sola referencia.

Hay muchas interpretaciones y conclusiones de lo que Allende representó y lo que sería en estos tiempos.

Pero su visión histórica, la esencia de sus ideales, son de intensas transformaciones democráticas, con el pueblo en el poder para lograr un Chile dueño de sus riquezas, con desarrollo nacional e integración latinoamericana.

Su postura era de profunda solidaridad con todos los pueblos del mundo, de condena a la intervención imperialista y por el respeto a los principios de soberanía y autodeterminación de los pueblos.

¡Que tremendamente actual es lo dicho en su discurso en el acto inaugural de la UNCTAD III el 13 de agosto de 1972, al referirse a la necesidad de la integración latinoamericana!:

“Chile se siente profundamente solidario con América Latina, sin excepción alguna. Por tal razón, propicia y respeta estrictamente la política de no intervención y de autodeterminación que aplicamos en el plano mundial. Estimulamos fervorosamente el incremento de nuestras relaciones económicas y culturales. Somos partidarios de la complementación y de la integración de nuestras economías”.

Nunca en esos mil días, mil días, reparé suficiente en cada discurso de Allende.

Como millones, los viví, los realicé, con la más profunda alegría.

Ahora que me detengo en ellos, los valoro profundamente, y quien los estudie no podrá sino concluir que Allende fue un gran demócrata y un gran revolucionario.

Y detenerse en las realizaciones de los tres años del Gobierno de la Unidad Popular, enfrentando una conspiración y oposición criminales, es sorprenderse ante lo gigantesco de la obra realizada a favor de los trabajadores, de los más pobres, y de Chile como nación soberana.

Salvador Allende llevó adelante su programa de gobierno que significó profundas transformaciones en nuestra sociedad.

Cuarenta fueron las primeras medidas comprometidas por su gobierno.

Medidas que apuntaban esencialmente a una distribución más justa del ingreso, reduciendo sueldos y jubilaciones millonarias de funcionarios públicos, mejorando los salarios y jubilaciones de los trabajadores.

Medidas orientadas a garantizar los derechos civiles de todos los ciudadanos; transparentar la gestión pública, mejorar la calidad de vida de los chilenos y chilenas; desarrollar la cultura; asegurar el derecho al trabajo de todos.

Las cuarenta medidas fueron realizadas casi en su totalidad en los mil días de gobierno.

El Tren de la Victoria, el Tren de la Salud, el Tren de la Cultura, el Trabajo Voluntario, el Movimiento Nacional de Voluntarios de la Patria, fueron entre otras formas de participación, acciones que incorporaron a millones de chilenos y chilenas, en primer y destacado lugar a los jóvenes, al proyecto de construcción de una nueva sociedad.

El Gobierno Popular respondió a plenitud a las esperanzas del pueblo.

Se inició una etapa de maravillosas realizaciones populares. Digámoslo una vez más, y con toda fuerza, en estos días en que se pretende imponer una estrategia de olvido y tergiversación de la memoria histórica: con Allende cambiaba la vida, se creaba una nueva cultura, una nueva relación humana.

Y sólo los cómplices y sostenedores de la dictadura, los poderosos grupos económicos, los que impusieron este modelo neoliberal son capaces de mentir en forma descarada y sostener que en la Unidad Popular se inició la violencia y los crímenes.

Los desafiamos a que señalen los presos políticos, torturados, ejecutados, desaparecidos, exiliados, exonerados, durante ese período.

Sólo mentiras, fabricaciones como las del Plan Z, o "la dictadura marxista" que se pretendía imponer, y todo aquello con lo cual pretendieron justificar el golpe militar.

Y hoy vuelven a recurrir a las mismas y burdas mentiras, para legitimar el golpe militar, tergiversar la obra de Allende, colocar un punto final a los crímenes contra la humanidad, al terrorismo de Estado y reducir todo a una reparación económica para víctimas y victimarios, y así lavarse las manos y decir que todos fuimos culpables.

¡No!. Nosotros no nos hacemos parte de la trampa que pretende hacer equivalentes la ruptura violenta de la democracia, el genocidio, el terrorismo de estado, la tortura, con la tragedia que vivieron millones de chilenos.

No aceptamos hacer equivalentes la responsabilidad criminal de los golpistas traidores a la Nación y al gobierno constitucional, con errores de la Unidad Popular.

No hay responsabilidades iguales.

No fuimos nosotros quienes estuvimos con Allende, los que tomamos las armas para disparar contra un pueblo desarmado.

No fue Allende el de la traición a su Patria, a la Constitución y la confianza depositada.

Y sí fueron los golpistas militares y civiles los que se aliaron a una potencia extranjera, los EE.UU.

Hoy nadie puede negar que el golpe militar fue planificado y financiado desde Estados Unidos con participación de la CIA y del departamento de Estado norteamericano.

Kissinger lo dice en esa reunión del 15 de septiembre del 70: “No podemos dejar que Chile se vuelva marxista por la irresponsabilidad de su pueblo”

El mismo imperio que a treinta años de la intervención en Chile declara la guerra preventiva como doctrina, invade y ocupa Irak, declara terrorista al país que se le antoja y pone en la mira a Cuba, a la cual vamos a defender como allendistas y latinoamericanos.

Si se aspira a la reconciliación después de tanto crimen contra la humanidad, se debe reconocer las responsabilidades institucionales de las FF.AA., depurarse de todos los culpables y cómplices, asumir una doctrina democrática cuyo eje sea el respeto a los derechos humanos y terminar con la red de protección millonaria de resguardo a Pinochet.

Y entregar toda la información que aun guardan las FF.AA. incluidas las macabras exhumaciones de cadáveres, para hacerlos de nuevo desaparecer.

Crimen sobre crimen, y hablamos de hechos realizados hasta los años 90.

¿Cómo se puede hablar de reconciliación si la falta de verdad y justicia, se convierte en una tortura permanente?

Y la paradoja es que los que fueron perseguidos, exiliados, exonerados, torturados, apresados, desaparecidos, ejecutados, y gran parte de su representación política y social sigue siendo excluida, discriminada, demonizada, descalificada.

El 11 de septiembre de 1973 ha quedado como una página negra para la humanidad.

Ese es el 11 de septiembre de los pueblos.

Es el día en el cual se llora por tanto dolor, por tanta injusticia, por tanta explotación y abuso, pero por sobre todo es el día que se limpian las lágrimas y se levantan los puños y se jura seguir la marcha infinita de la humanidad para llegar a una sociedad buena, justa y alegre para todos.

En cada 11 de septiembre renace la grandeza política y moral de quien, acompañado de un grupo de leales y valientes entre los cuales estaban los compañeros del GAP, se niega a rendirse.

Hemos pensado en ustedes tantas veces, compañeros del GAP.

Ustedes estuvieron junto a nuestro compañero Presidente esas últimas horas.

Y quiero decirles, que no saben cuánto los admiramos y los queremos, cuánto los respetamos y cuánto los envidiamos.

Y cuando la historia se escriba de verdad, tendrán que ocupar el verdadero lugar que les corresponde, porque ustedes estuvieron en Tomás Moro junto al Presidente, enfrentando la muerte y dispuestos a dar su vida por él.

El sacrificio de Allende en La Moneda ese 11 de septiembre de 1973, es decidido y afrontado con una serenidad que sobrecoge y con una visión histórica admirable.

Con ese acto reafirma y reivindica la justicia de su causa.

Defiende y explica el proceso.

Se preocupa por el pueblo y le entrega responsabilidades y esperanzas.

Allende reafirmó en sus últimas palabras la voluntad de construir la utopía.

En medio de la derrota, del horror, del sufrimiento, Allende habla de un futuro en que el momento amargo y gris será superado porque “la historia es nuestra y la hacen los pueblos” .

Y agregó: “ Tengo la certeza que la semilla que entregáramos a la conciencia digna de miles y miles de chilenos no podrá ser segada definitivamente”.

Tenía razón: lo mejor del pueblo, curadores de esa semilla, la cuidó, la protegió, y como la memoria es como la tierra, esa semilla está germinando.

Y hoy en este siglo por obra de los pueblos, de los que aman y respetan la tierra, la semilla allendista es patrimonio de la humanidad.

Allende murió pero nació de nuevo en la Moneda.

Y en nombre del Partido Comunista lo saludamos en su primer nacimiento.

¡¡Con Allende mil veces Venceremos!!


Materialismo dialéctico y ciencia


Teoría del caos, Relatividad y Mecánica Cuántica


David Rodrigo García Colin Carrillo



"Llamamos materialista a nuestra dialéctica", nos dice Trotsky, "porque sus raíces no están en el cielo ni en las profundidades del libre albedrío, sino en la realidad objetiva, en la naturaleza. Lo consciente surgió de lo inconsciente, la psicología de la fisiología, el mundo orgánico del inorgánico, el sistema solar de la nebulosa. En todos los jalones de esta escala de desarrollo, los cambios cuantitativos se transformaron en cualitativos. Nuestro pensamiento, incluso el pensamiento dialéctico, es solamente una de las formas de expresión de la materia cambiante. En este sistema no hay lugar ni para dios ni para el diablo, ni para el alma inmortal ni para leyes y normas morales eternas (..) posee en consecuencia un carácter profundamente materialista".

En la filosofía marxista, materia no se reduce, como en los antiguos materialistas griegos, a alguna de las expresiones de la materia (aire, agua fuego, tierra, etc) o, como en los materialistas ilustrados, a una de las formas de movimiento de la materia (mecánica), sino que es una abstracción que expresa todo lo que existe independientemente de la subjetividad humana, se refiere pues a la naturaleza en sus infinitas expresiones: desde los neutrinos a los supercúmulos de galaxias y, aun, a las infinitas cualidades que no conocemos y sus infinitas formas de movimiento (Lenin). Es una abstracción, por tanto, que prescinde de las cualidades específicas de los objetos concretos y se refiere únicamente a su existencia fuera de la conciencia humana como una realidad objetiva. Es un concepto abierto porque no abarca nunca la totalidad de su objeto, por ser inabarcable, pero es absoluto porque expresa, al mismo tiempo, la infinitud del universo y el hecho de su existencia al margen de los procesos subjetivos.

martes, 11 de marzo de 2008

Posición de Tomas Hirsch en el conflicto generado por el gobierno de Colombia en la región.

A los pueblos y gobiernos de América Latina

Condenamos enérgicamente la sanguinaria incursión militar del gobierno colombiano en territorio ecuatoriano.

El proceso de transformaciones en Latino américa está pasando por un momento crítico. Hoy más que nunca es necesario acelerar los proyectos de unión en lo político, económico y cultural.

Necesitamos paz para la transformación económica, la recuperación de los recursos naturales, y la recuperación de los derechos políticos de los pueblos.

Necesitamos que Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua fortalezcan y consoliden sus procesos de cambio. Los humanistas de América y del mundo continuaremos ofreciéndoles nuestro apoyo con decisión.

Asimismo, valoramos a los otros gobiernos de la región con clara orientación progresista, y esperamos que profundicen dicha orientación en procesos refundacionales, con amplia participación de sus pueblos.

No necesitamos lenguajes beligerantes, ni aventuras belicosas.

El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, al asociarse estrechamente al presidente Bush, no ha sabido traer la paz a su propio país y quiere exportar su lógica de guerra a la región. La incursión armada de Uribe y la matanza realizada en territorio ecuatoriano es inaceptable y debe ser sancionada por la comunidad internacional.

Pero este conflicto que trata de generar el gobierno norteamericano en nuestra región, no se va a resolver con amenazas de guerra, ni con movilizaciones de ejército. La Era Bush está a punto de terminar y es muy probable que la inteligencia y la cordura regresen también a Norteamérica. Mientras tanto, necesitamos unidad, paz y paciencia, y fortalecimiento de la acción no-violenta de organizaciones sociales, políticas y culturales de la región.

Hoy, cuando la integración latinoamericana quiere avanzar sustentada en procesos como los que lideran Evo Morales, Hugo Chávez, Rafael Correa y Daniel Ortega , es necesario que las FARC abandonen su planteo de insurgencia armada, liberen a todos los secuestrados y comiencen un camino de pacificación y apoyo al proceso de integración Latinoamericana.

Frente a la amenaza generada, cobra más relevancia que nunca la revolucionaria decisión del presidente Evo Morales de incluir en la nueva Constitución el rechazo de la guerra como forma de solución de los conflictos. Es el momento de que esta decisión sea seguida por todos los países de la región.

Los movimientos sociales del continente no podemos equivocarnos en este momento clave de la situación actual. El camino contra la violencia ejercida por las instituciones económicas y políticas del sistema no es la guerra y no es la violencia. Nuestra acción, en todos los casos, debe priorizar la vida humana, la salud de la población, la educación de la población y no hay ninguna otra prioridad. Nuestra acción es la unidad del movimiento social latinoamericano para reducir el poder del capital y fortalecer la decisión y participación de los pueblos.

Tomás Hirsch

Vocero del Humanismo para Latinoamérica

4 de marzo de 2008


Lo ke los medios de comunicación No cubren - Detención de Elena Varela